Dans l’atelier poésie, inspirés par les mots forts de nos différentes
expériences, nous avons cherché des poèmes existants reprenant ces mots. Nous
en avons discuté, cherchant à découvrir ce qu’ils provoquaient en nous, avant
de s’entrainer à les déclamer sur différents tons : joie, tristesse,
tendresse, indignation,
Un sourire
Un sourire ne coûte rien mais produit beaucoup,
Il enrichit celui qui le reçoit sans appauvrir celui qui le donne,
Il ne dure qu’un instant, mais son souvenir est parfois éternel,
Personne n’est assez riche pour s’en passer,
Personne n’est assez pauvre pour ne pas le mériter,
Il crée le bonheur au foyer, soutient les affaires,
Il est le signe sensible de l’amitié
Un sourire donne du repos à l’être fatigué,
Donne du courage au plus découragé.
Il ne peut ni s’acheter, ni se prêter, ni se voler,
Car c’est une chose qui n’a de valeur qu’à partir du moment où il se
donne.
Et si toutefois vous rencontrez quelqu’un qui ne sait plus sourire,
Soyez généreux, donnez lui le vôtre,
Car nul n’a autant besoin d’un sourire que celui qui ne peut en donner
aux autres.
No eres los otros
No te habrá de salvar
lo que dejaron
Escrito aquellos que
tu miedo implora;
No eres los otros y te
ves ahora
Centro del laberinto
que tramaron
Tu pasos. No te salva
la agonía
De Jesùs o de Socrates
ni el fuerte
Siddharta de oro que
acepto la muerte
En un jardín, al
declinar el día.
Polvo también es la
palabra escrita
Por tu mano o el verbo
pronunciado
Por tu boca. No hay
lastima en el Hado
Y la noche de Dios es
infinita.
Tu materia es el
tiempo, el incesante
Tiempo. Eres cada
solitario instante.
He andado muchos caminos
He andado muchos
caminos,
He abierto muchas
veredas;
He navegado en cien
mares,
Y atracada en cien
riberas.
En todas partes he
visto
Caravanas de tristeza,
Soberbios y
melancólicos
Borrachos de sombra
negra,
Y pedantones al paño,
Que miran, callan, y
piensan
Que saben, porque no
beben
El vino de las
tabernas.
Mala gente que camina
Y va apestando la
tierra…
Y en todas partes he
visto
Gentes que danzan o
juegan,
Cuando pueden, y
laboran
Sus cuatro palmos de
tierra.
Nunca, si llegan a un
sitio,
Preguntan a donde
llegan.
Cuando caminan,
cabalgan
A lomos de mula vieja,
Y no conocen la prisa
Ni aun en los días de
fiesta.
Donde hay vino, beben
vino;
Donde no hay vino,
agua fresca.
Son buenas gentes que
viven,
Laboran, pasan y
suenan,
Y en un día como
tantos,
Descansan bajo la
tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario