Queridos y queridas jóvenes:
Tomar la decisión de acercarse al mundo de la inmigración en una ruta especialmente desafiante, que significa esperanza y nuevas posibilidades para todos los que emprenden el camino hacia Estados Unidos como indocumentados, es sin duda alguna una decisión que sólo se explica desde la convicción de que estar al lado de los que sufren es un camino de humanización, de hacer transparente lo mejor que tenemos como seres humanos.
Deseamos que, en esta experiencia que desean vivir, puedan ser "prójimos" de aquellos más necesitados de compañía y de consuelo, samaritanos y samaritanas que siembran semillas de fraternidad y solidaridad, que tienden la mano con calidez y cuidado y que al mismo tiempo están abiertos a ser transformados en aquellos aspectos personales que necesitan cambio y mejora.
Gracias por emprender esta ruta en Compañía de María y por participar de este proceso a través de "Arte, humanismo y espiritualidad", esa manera de ser y situarnos en el mundo que hace surgir lo más genuino de cada uno, de cada una para seguir construyendo un mundo más de todos y donde se haga más visible a Dios. Seguro que El, que se hace compañero y peregrino, estará presente en esta experiencia de acompañamiento y amor.
Un fuerte abrazo.
-Beatriz y Equipo general-
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