La casa del migrante: El Buen Samaritano
Ubicada en Atitalaquia, Hidalgo, comenzó a funcionar el 23 de marzo del 2011, se ubica a la orilla de las vías del tren ha asistido a 125, 275 migrantes a lo largo de este año, de los cuales más de cinco mil han sido adolescentes, informan las hermanas encargadas de este sitio. Tiene una capacidad para atender a 200 personas, ahí tienen la posibilidad de asearse y de obtener una prenda en buen estado, además de comida; se ha convertido en el edén para quienes van a bordo de la “Bestia” (el tren).
Es común observar a migrantes dormir bajo los árboles, los más osados bajo las sombras de vagones en espera de ser enganchados por los maquinistas del “Chatarrero” un tren proveniente de la estación de Lechería en el Estado de México, cargado de chatarra. Sus caras reflejan cansancio, dolor y desesperación, caminaron toda la noche sobre las vías del tren, saben que aquí hay una mano que les ofrecerá un pedazo de pan.
De acuerdo con los registros estadísticos que levantan cada que ingresa un indocumentado, de los cuales son varios libros de registro de visitas que se han llenado debido a la gran afluencia de centroamericanos que pasan por El Buen Samaritano en su viaje hacía Estados Unidos: 70 por ciento procede de Honduras, seguido de países como El Salvador, Guatemala y Nicaragua. Un porcentaje menor proviene de otras naciones centroamericanas e incluso de estados sureños de México, la mayoría de los viajeros oscila entre los 14 y 30 años de edad. Una gran cantidad de ellos son adolescentes y la tendencia en este sentido va a la alza. Además, el flujo principal es de hombres. Aunque no es común que circulen mujeres, al mes acuden a la casa aproximadamente una decena de ellas para recibir alimento, ropa o agua, en este año 2014, incrementó el flujo de niños y niñas, entre los 2 meses, 3 y 5 años, se atienden al día un aproximado de 90 a 120.
La casa del migrante el Buen Samaritano opera bajo la responsabilidad de tres personas, 3 religiosas y laicos de las parroquias de la diócesis. Las religiosas reciben el apoyo de aproximadamente ocho voluntarios de diversas parroquias de la región, quienes apoyan en la atención a los centroamericanos que en ese punto del viaje requieren agua, alimento, ropa o descanso y acuden a la instancia. Para esta labor la casa de asistencia también recibe donativos en especie, mismos que proceden principalmente de la misma comunidad de la región Tula, Hidalgo. Por el momento no se permite que los migrantes duerman en las noches en las instalaciones de El Buen Samaritano. Cuentan con el apoyo federal y tiene vigilancia de la policía.
Por su labor, la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) otorgó la Medalla al Mérito en la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos a El Buen Samaritano el 10 de diciembre 2013.
"Hoy fue un día lleno de sorpresas y de compartir vida a nuestra llegada, encontrándonos de frente con la dura realidad y con una extraordinaria acogida"
Margarita (Colombia)
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